Tango para la Soledad

Imagen extraída de Google

Ven, bailemos esta pieza de interminable nostalgia

Contornea mi silueta ya abandonada

Abraza mis suspiros/ humo frágil

Seduce la poca certidumbre que habita en mi conciencia

Danza conmigo Soledad, abraza tus piernas a las mías en un sutil meneo

Aplaca mis suicidas pensamientos

Dibuja frente a mi figuras de espacial sentir

Conquista mis pies con las voces del bandoneón

Arrulla mi frágil nostalgia con sedas de espinas / un baile terso con pieles rugosas.

Resopla en mi oído notas de gigantescas batallas vitales/ añoranzas

Brindarme la misma energía que siente el contrabajo con cada vibración / música en las venas

Acomoda en mi pecho presión melancólica/ atadura en la garganta

Marca en mi el tiempo que dura este tango.

Y en la sala de baile mis tacones acarician tus acordes

Y mi negro traje, guardado en el anaquel de los fracasos, en mi cuerpo, a veces inerte, irá para ti

Y las bragas que se opacan con la vestidura, podrán caerse por ti

Y el pintalabios que preso en mis labios se pinta podrá curar su condena si accedes a romperme los labios con tu lengua mordaz

Y mis lágrimas subirán, -hilo que une la nube con el riachuelo /evaporación de la memoria dolida -, como menudo cristal si depositas tus ojos en mi segundo corazón palpitante/ estrecho y pequeño pájaro entre las piernas

Y mis kilómetros recorridos retomarán el camino al inicio

Y los inútiles pensamientos, las horas gastadas, los lugares visitados, las banales consecuencias de los actos más estúpidos curarán

Y tu entrarás.

Solos reclamamos la melodía justa

Solos añoramos se siameses durante rojas horas

Solos el tango nos consuela.

¿Bailamos?

Ha de terminar el ritmo pero seguiremos dando pasos en esta gran pista